miércoles, 12 de diciembre de 2007

Contrastes: Zeferino Torreblanca y Normalistas (inauguran Casa Guerrerense)

Contrastes: Zeferino y Normalistas
(En la Inauguración de Casa Guerrerense)
Sergio Lugo/ Red Social

El gobernador Zeferino Torreblanca inauguró la Casa de Cultura Guerrerense, en Coyoacan ciudad de México, el 23 de noviembre, en medio de protestas en su contra por parte de estudiantes.
17:30 hrs. varias personas vestidas elegantemente esperaban impacientes afuera de la Casa de Cultura Guerrerense la llegada del mandatario estatal, en Avenida Pacífico 57 justo en el corazón del legendario Barrio de la Conchita, hay una tensa calma, los guardaespaldas con auriculares, se comunican discretamente por medio de sus pequeños radios colocados en las mangas de sus sacos, cuando finalmente se dicen entre ellos: - “Ya va llegar,viene caminando”; minutos después el gobernador se acerca a la Casa Gro., con saco negro, camisa blanca, y corbata amarilla; de la nada varios jóvenes alzaron pancartas y cartulinas, en la que expresaban su descontento hacia Zeferino Torreblanca, gritaban los estudiantes consignas sobre el derecho a la educación pública y gratuita, y su indignación por los hechos ocurridos una semana antes, donde varios estudiantes de la Normal de Ayotzinapa fueron desalojados violentamente del Palacio legislativo en Chilpancingo por la policía estatal. (Incluso en la Convención Nacional Democrática del domingo 18 de noviembre la Senadora y Defensora de Derechos Humanos Rosario Ibarra, desde el zócalo capitalino manifestó su desacuerdo en la forma como actuó Zeferino Torreblanca en contra de los normalistas).




Algunos jóvenes se subieron a la Casa que estaba protegida con una especie de pequeños barandales de hierro, ahí clavaron sus cartulinas para que fueran vistas desde dentro de la casa, una de ellas proponía: “Zeferino, bájate del trono que te estas construyendo”. Cabe señalar que los jóvenes en todo el rato que se manifestaron lo hicieron de manera pacífica y ordenada permitiendo el ingreso a la residencia (con un poco de empujones) de los invitados. Quienes digan lo contrario sienten rencor con la verdad.
Adentro de la Casa, toda la gente tenía dificultades para caminar, debido a la cantidad de invitados ya que la mayoría estaban atentos a la voz del director de Radio y Televisión de Guerrero Jorge Camacho, con su equipo de camarógrafos de “Soy Guerrero”. En el templete montado en el patio, Zeferino ofreció un discurso cotidiano de cultura, a quien todos los presentes (los hombres vestidos de traje y las mujeres con vestidos elegantes) se prestaban a oírlo. También en el presidium estaba el ex mandatario René Juárez Cisneros, sorprendentemente más delgado, a unos metros, afuera del cuarto donde había información turística, en el patio, recargado en la pared los divisaba sereno, el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer. Zeferino Torreblanca provocaría aplausos de las mujeres al verlo bailar música guerrerense con una señora, que por su aspecto parecía bailarina profesional con ropa típica del estado sureño; y seguía la música, esta vez con el grupo Los Betos, quienes tocaron la que es considerada un himno para los taxqueños “Taxco de mis amores”, y “Camioncito flecha roja” de Rafúl Krayem (este último tema también lo interpreta Oscar Chávez). Los escuchaba el secretario de fomento turístico: Ernesto Rodríguez Escalona.
La actual Casa de Cultura Guerrerense perteneció como particular al señor Pedro Astudillo Ursua, nacido en Tixtla, quien lo donó al gobierno del estado con la condición de que fuera dedicada a la cultura de Guerrero. La casa estaba radiante gracias al trabajo de la directora general de Cultura de Guerrero en el Distrito Federal: Adriana Navarrete, donde en la tarde de la inauguración lucía con distinción; al igual que la directora de Turismo de Guerrero también en el DF: Fernanda Anaya, con ella la promoción de Guerrero era evidente, en una habitación había stands atendidos por bellas edecanes, folletos con información turística dedicadas a las regiones de Costa Chica, Costa Grande, Zona Centro, la Montaña, Zona Norte y Tierra Caliente, así como datos específicos de Ixtapa Zihuatanejo, Taxco y Acapulco. Compartiendo la exhibición había sombreros de Tlapehuala, balones hechos a mano en Chichihualco, cajitas de madera de Olinalá, artículos decorativos de Xalitla, y orfebrería de plata de Taxco. En el patio se podía observar al delegado de Turismo de la Zona Norte: Daniel Bahena conversando con el presidente municipal de Taxco: Ramiro Jaimes. En otro cuarto Zeferino Torreblanca posaba para fotos que tanto le solicitaban las asistentes, en ese espacio dedicado a una exposición de pinturas, lo recorría la directora del Instituto Guerrerense de la Cultura: Nora Elisa Méndez; cerca de ella caminaba, como buscando a alguien, el director de la Orquesta Filarmónica de Acapulco: Eduardo Álvarez. Los medios de comunicación visibles fueron el Canal 11 y TV Azteca. Era el momento del vino, el mezcal y las chalupitas muy picosas, especialmente las de pipian y de mole; para calmar el cosquilleo de la lengua se podía tomar deliciosas aguas de horchata y jamaica, el servicio culinario estuvo a cargo del restaurante El Tecuán de Chilpancingo, según un mesero.
Horas antes por los pasillos se podía ver un Antonio Jaimes conversando con varias personas, el presidente de Iguala estuvo poco tiempo, así como el Diputado Federal: Odilón Romero de Costa Chica. En el fondo en una esquina enfrente del templete, casi desapercibidas, (todos le daban la espalda), había unas mujeres tejiendo Huipiles con telar de mano, ellas vienen – dijeron de Xochistlahuaca (cerca de Ometepec y Oaxaca) en la Costa Chica, ante su casi imposibilidad de hablar castellano (su lengua es el Amuzgo) solo me comentaron que las habían llevado una mujer de Acapulco y que se regresarían esa misma noche. Cerca de la entrada principal se encontraba el Diputado Federal Amador Campos.
Mi amiga me comentó que los invitados no parecían de Guerrero (por sus rasgos físicos y piel blanca) al igual que varias jóvenes que parecían modelos profesionales.
Por esta razón Guerrero no puede ser solo ellas, esperamos convivir en la Casa Guerrerense de Cultura, con los artistas, campesinos, artesanos e indígenas: Tlapanecos, Nahuatls, Amuzgos y Mixtecos, quienes son los autores de las magníficas obras de Arte que se exhibieron en esa inauguración, ellos son los verdaderos productores, que junto con los paisajes naturales son: la espuma de mar, la firmeza de la montaña, y lo fantástico de las danzas, que forman el poema llamado Guerrero. El no verlos a ellos, así como tampoco a los maestros que desean trabajo para continuar con la noble tarea de la educación básica de nuestros niños guerrerenses, hace pensar que hay personas miopes de la Realidad.
FOTO 1.- El gobernador Zeferino Torreblanca Galindo durante la inauguración de la Casa Guerrerense en la Ciudad de México. Lo acompañan el subsecretario de Gobernación federal, Florencio Salazar Adame; Elvira Ursúa Jiménez –familiar de Pedro Astudillo, quien donó el inmueble–; el diputado local, Carlos Reyes Torres; el diseñador Daniel Espinosa y los ex gobernadores, René Juárez Cisneros y Rubén Figueroa Alcocer. Tomada del portal oficial del gobierno del estado de Guerrero. Comunicación Social.
FOTO2.- El gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, acompañado por el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Edmundo Román Pinzón; por el subsecretario de Gobernación federal, Florencio Salazar Adame y por los ex gobernadores de Guerrero, Israel Nogueda Otero, René Juárez Cisneros y Rubén Figueroa Alcocer, durante la inauguración de la Casa Guerrerense en la Ciudad de México. Tomada del portal oficial del gobierno del estado de Guerrreo. Comunicación Social.

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